Reconstrucción de un Puerto Rico Más Fuerte 🇵🇷
Programa REDES distribución de suministros, mayo de 2021
Por Angel Venegas
Puerto Rico ha soportado los efectos compuestos de múltiples desastres en los últimos cuatro años: los impactos abrumadores de los huracanes Irma y María en 2017 que diezmaron la red de energía de la isla, la actividad sísmica recurrente en la región suroeste que incluyó un terremoto de 6.4 a principios de 2020, seguido de la actual pandemia de COVID-19, todo lo cual agrava aún más la pobreza generalizada preexistente de Puerto Rico, el desempleo y la crisis de deuda.
Aunque la isla ha experimentado mucha destrucción y devastación en un período de tiempo relativamente corto, también se han generado muchas oportunidades para el desarrollo de un Puerto Rico y una diáspora más fuerte. Son estas las oportunidades para construir una comunidad, tales como talleres educativos, que nuestra socia de recuperación a largo plazo, la Diócesis Episcopal de Puerto Rico, brilla como un faro en una colina en la orientación de los más desfavorecidos para vivir de una manera más resiliente.
Como agente de programas para la recuperación de desastres a largo plazo en los Estados Unidos y América Latina, es un privilegio para mí compartir mis pensamientos sobre cómo el equipo de respuesta a desastres de la diócesis, Programa REDES, continúa liderando fielmente los esfuerzos colectivos para llevar esperanza y confort a lxs más vulnerables en medio de tantos desastres. Durante la pandemia, he estado trabajando de forma remota desde la casa de mi familia en Quito, Ecuador, y estar geográfica y socioculturalmente más cerca del Programa REDES me ha permitido estar completamente inmerso en el contexto en el que trabajan y para comprender las complejidades del trabajo que realizan, incluyendo el sexismo y el clasismo.
En una conversación reciente, la Reverenda Ana Méndez, directora del Programa REDES, me dijo que su equipo enfrenta problemas relacionados con el machismo sistemático, la desigualdad y la discriminación al ayudar a las comunidades afectadas por desastres. Si bien estos comportamientos sociales desfavorables existían en la isla mucho antes de los huracanes Irma y María, la Reverenda Ana ha observado con cada desastre, una mayor división entre aquellos que tienen un estatus de poder y aquellos que no tienen tanto.
Por ejemplo, durante los eventos de la vacuna contra el COVID-19, las personas que están documentadas han estado luchando por el acceso a la vacuna y tratando de saltarse largas filas argumentando que se lo merecen más que personas que son indocumentadas. Del mismo modo, en los eventos de distribución de alimentos, muchos en la fila para recibir paquetes de alimentos les dirán a otros que acaban de llegar, que no hay más alimentos o que si no son del vecindario donde se lleva a cabo el evento, entonces no son capaces de recibir un paquete, información que va en contra de la misión del Programa REDES, de servir a todas las personas independientemente de dónde vengan. El equipo combate esto anunciando sus eventos de distribución con mucha antelación e indicando claramente que todos están invitados a participar.
Esta mentalidad de escasez se deriva del hecho de que América Latina ha sido extremadamente golpeada por la pandemia y que cada dos semanas en Puerto Rico se emiten órdenes ejecutivas que afectan cuales servicios gubernamentales se ofrecen y cómo se lleva a cabo la cooperación, así como la cantidad de suministros médicos que habrá y qué servicios médicos estarán disponibles en toda la isla.
Como latino, me duele el corazón al escuchar acerca de las divisiones sociales que parecen crecer con cada desastre que pasa en Puerto Rico. Sin embargo, con cada intercambio compartido entre el equipo de Programa REDES y yo, ambos nos damos fuerza mutua para seguir demostrando al mundo el poder que existe entre los hijos de Dios para aprovechar colectivamente las oportunidades existentes y futuras para cuidarnos los unos a los otros.
Click here to read this story in English.
Angel Venegas es agente de programas del Programa de Desastres de los Estados Unidos en Episcopal Relief & Development. |