2024 Meditaciones de Cuaresma: Marzo 4-10
LUNES 4 DE MARZO
Padre mío, si el profeta te hubiera mandado alguna cosa grande, ¿no la habrías hecho?
2 Reyes 5:13b
En la lectura de hoy de 2 Reyes aparece Naamán, un comandante extranjero que sufría de lepra. A través del sirviente israelí de su esposa, Naamán se entera del profeta Eliseo y busca una cura para esa enfermedad crónica. La cura que Eliseo finalmente ofrece es tan simple que lo deja perplejo: le ordena a Naamán que se lave en el Jordán siete veces.
En lugar aceptar la cura, Naamán se enfurece por la simplicidad de las instrucciones de Eliseo. Naamán esperaba una tarea tan abrumadora como su enfermedad. Sus siervos señalan la ironía de esto, diciendo: “Padre mío, si el profeta te hubiera mandado alguna cosa grande, ¿no la habrías hecho?”. Naamán se cura, en parte, porque deja de lado sus expectativas y acepta la simplicidad de las instrucciones de Eliseo.
Creo que este es el mensaje que necesitamos para este momento de la Cuaresma. Para algunos, la Cuaresma es un tiempo de profundo sacrificio, oración ferviente y autoexamen, y esto es ciertamente apropiado. El camino de la cruz es un recorrido serio y la Cuaresma es un tiempo para vivirlo más profundamente. Y, sin embargo, también seguimos al que dijo: “Mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. La vida y testimonio de Jesús estuvieron marcados por la penitencia, pero también por la fiesta y la alegría. A veces, la sanación puede llegar mediante de los caminos más simples.
Lecturas de hoy
Salmo 42:1–7 | 2 Reyes 5:1–15b | Lucas 4:23–30
¿Será que a veces hacemos que el viaje sea más complicado de lo necesario? ¿De qué manera adoptar la sencillez y confiar en que la guía de Dios podría llevarnos a la sanación y a una conexión más profunda con el camino de la cruz?
MARTES 5 DE MARZO
¿No debías también tener misericordia de tu consiervo, así como también yo tuve misericordia de ti?
Mateo 18:33
La lectura de hoy presenta un Jesús muy intenso: compara el perdón con un rey que condena a los esclavos a la tortura, pues no perdonan a sus deudores de la misma manera en que sus propias deudas han sido perdonadas.
¡Este no es un Jesús manso y apacible! Tal vez la razón por la que Jesús usa imágenes tan directas y sorprendentes sea que esta es una de sus enseñanzas más difíciles de aceptar. Al menos, lo es para mí.
A veces me imagino mi libro de contabilidad espiritual. En la columna izquierda están mis deudas, mis errores, faltas y pecados, que han recibido compasión y gracia. Hubo habido amigos, familiares y compañeros de trabajo que me dieron otra oportunidad, incluso cuando realmente no me lo merecía. Y en la columna derecha del libro de contabilidad están todos los vergonzosos momentos en que no extendí esa misma compasión y gracia a los demás.
Aunque se nos han perdonado nuestras deudas, nos enseñoreamos de los demás por lo que nos deben. El mensaje de Jesús es claro y simple: perdona las deudas de los demás como las tuyas han sido perdonadas.
Lecturas de hoy
Salmo 25:3–10 | Canto de los Tres Jóvenes (deut.) 2–4,11–20a | Mateo 18:21–35
¿Podemos identificar momentos en los que hemos recibido gracia y compasión? ¿Cuándo nos ha costado tratar a los demás con la misma compasión?
MIÉRCOLES 6 DE MARZO
No piensen que he venido para abrogar la Ley o los Profetas. No he venido para abrogar, sino para cumplir.
Mateo 5:17
Hace poco visité, en el barrio judío de Barcelona, una sinagoga medieval que se encuentra en los mismos terrenos que una comunidad judía de la época romana. Las excavaciones arqueológicas han descubierto piedras romanas con el número 18, que simboliza la esperanza de no ser atacados por las autoridades romanas.
Como cristiano, visitar estos sitios puede ser una experiencia agridulce, porque por siglos han sido los cristianos los que atacaban a los judíos. Nuestro guía nos contó que en el medioevo los cristianos culpaban a la comunidad judía por la peste negra; hay una larga historia de perseguir a los judíos, incluidos los horrores de la Inquisición.
Esto pone de relieve la importancia de la lectura de hoy: nos recuerda que Jesús mismo fue judío y destaca la continuidad de nuestras tradiciones. No hay un Dios separado del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento; el cristianismo primitivo tenía una visión matizada de la relación entre la gracia y la ley. Desafortunadamente, gran parte de esta continuidad se ha oscurecido a lo largo de los siglos.
Creo que tenemos la responsabilidad de aprender más y arrepentirnos por haber rechazado, como cristianos, la identidad judía de Jesús; debemos seguir reconociendo la profunda conexión entre nuestras comunidades de fe.
Lecturas de hoy
Salmo 78:1–6 | Deuteronomio 4:1–2,5–9 | Mateo 5:17–19
¿Cómo podemos ayudar a nuestras comunidades a comprender la herencia en común del cristianismo y el judaísmo, y fomentar el respeto mutuo y la unidad?
JUEVES 7 DE MARZO
Caminaron en la dureza de su malvado corazón, según sus propios planes. Caminaron hacia atrás y no hacia adelante.
Jeremías 7:24b
La Biblia ofrece una perspectiva fascinante sobre el significado moral de la memoria. Una y otra vez, Dios le recuerda a Israel su liberación de la esclavitud egipcia y destaca el significado ético de esta experiencia. El recuerdo de la liberación está destinado a inspirar a Israel a actuar con justicia, basándose en sus experiencias y en las lecciones de haber vivido sufrimientos y redención.
Sin embargo, en el pasaje de hoy de Jeremías, Dios reprende al pueblo por estar tan obsesionados con su pasado que descuidan el potencial del futuro. Han quedado atrapados en la trampa espiritual de la nostalgia, como si se hubieran olvidado de “recordar el futuro”.
Recordar el futuro es reconocer que cada nuevo día trae nuevas oportunidades y que los momentos más significativos de la vida no se limitan al pasado. Es un llamado a aceptar que siempre habrá nuevas posibilidades, a crear caminos innovadores para los días venideros. En esencia, esta perspectiva asigna peso moral al futuro, afirmando que la visión de Dios de libertad y abundancia espera realizarse en los días venideros. De esta manera, el futuro conlleva la misma responsabilidad moral que nuestro pasado; al realizarlo, que esté en armonía con un propósito mayor.
Lecturas de hoy
Salmo 95:6–11 | Jeremías 7:23–28 | Lucas 11:14–23
¿Cómo podemos apreciar las lecciones de nuestras experiencias pasadas y al mismo tiempo recordar la necesidad de construir un futuro más justo y esperanzador?
VIERNES 8 DE MARZO
Nunca más diremos a la obra de nuestras manos: ‘”Dioses nuestros”.
Oseas 14:3b
Las lecturas de hoy giran en torno al tema de la idolatría. Oseas condena a Israel por poner su fe en los asirios y adorar la obra de sus propias manos. El Salmo 81 les advierte “que no haya en tu tierra dioses extranjeros”, y en Marcos 12:28-34, Jesús enfatiza la prioridad de amar a Dios con el corazón, el alma y la mente. En cada caso, las Escrituras subrayan el deseo de Dios de que pongamos nuestra fe únicamente en el que nos sacó de Egipto.
Hablar de la idolatría en el siglo XXI puede parecer inusual, pero el tema nos invita a reflexionar sobre dónde reside realmente nuestra fe. Cuando nos enfrentamos a desafíos, ¿en quién y en qué creemos realmente? ¿Dónde depositamos nuestra confianza?
Si bien la idolatría moderna tal vez no incluya esculpir y adorar estatuas, muchos de nosotros (incluido yo mismo) pasamos parte de nuestro día con la cabeza inclinada ante nuestros teléfonos digitales. Se suele creer que la tecnología la solución a los problemas sociales. Del mismo modo, en casi todos los sectores de la sociedad, las personas sobrevaloran la capacidad del dinero para resolver todo tipo de problemas imposibles. Estos textos nos recuerdan que debemos cuestionar dónde ponemos nuestra fe y volver a algo más profundo e intrínseco.
Oseas describe bellamente a Dios como un ciprés y la misericordia de Dios como rocío y destaca que hay una brecha entre el trabajo de nuestras manos y la firmeza de la tierra misma. ¿Qué significaría reevaluar dónde acabamos depositando nuestra confianza?
Lecturas de hoy
Salmo 81:8–14 | Oseas 14:1–9 | Marcos 12:28–34
En un mundo obsesionado con la tecnología y la riqueza, ¿cómo podemos asegurarnos de que nuestra fe y confianza permanezcan firmemente arraigadas en algo más profundo y duradero, como se enfatiza en las Escrituras?
SÁBADO 9 DE MARZO
Les digo que este descendió a casa justificado en lugar del primero.
Lucas 18:14a
Cada año, el Miércoles de Ceniza, el clero episcopal participa de un debate un tanto peculiar. Algunas iglesias optan por “Cenizas para el camino”, saliendo a las calles y ofreciendo oraciones rápidas y cenizas para las personas que se apresuran a ir a trabajar; a otras iglesias las inquieta esta liturgia tan apresurada; la tachan de consumista, de consentir innecesariamente al ajetreo de la vida de las personas.
En mi opinión, el pasaje de hoy proporciona una guía sobre el asunto: Jesús observa a dos individuos practicando penitencia. Uno sigue todos los protocolos religiosos, ofreciendo largas oraciones con religiosidad y rectitud impecables; el otro es un recaudador de impuestos que se mantiene a distancia, pronunciando solo unas pocas palabras de penitencia. Jesús deliberadamente contrasta a estas dos personas, enfatizando que lo que realmente importa no es una adhesión rígida a formas religiosas externas, sino la humildad y la autenticidad con la que nos acercamos a Dios.
Esto sirve como un recordatorio de que, cuando buscamos la penitencia, Dios le da prioridad a la sinceridad y la humildad. Yo veo valor tanto en las liturgias tradicionales de la iglesia como en los ministerios que salen a las calles, y creo que la sinceridad y la humildad se pueden encontrar en ambos entornos. No necesitamos juzgar las oraciones y penitencias de los demás; esa tarea pertenece solo a Dios.
Lecturas de hoy
Salmo 51:15–20 | Oseas 6:1–6 | Lucas 18:9–14
¿Cómo podemos observar las prácticas religiosas tradicionales y al mismo tiempo aceptar a cada persona esté donde esté, reconociendo que la autenticidad y la humildad importan más que las expresiones externas de fe?
CUARTO DOMINGO EN CUARESMA, 10 DE MARZO
Dios de justicia, concédenos que tu Santo Espíritu vivificador inspire a toda persona hasta que se derrumben las barreras que nos dividen, desaparezcan las sospechas y cesen los odios; para que, sanadas nuestras divisiones, podamos vivir en justicia y paz; por Jesucristo nuestro Ser.
Amén.
El Libro de Oración Común, p. 603-604
Lecturas de hoy
Salmo 107:1–3,17–22 | Números 21:4–9 | Efesios 2:1–10 | Juan 3:14–21